La presencia marista en Cartagena forma parte de la historia viva de la ciudad. Comenzó en 1898, cuando los Hermanos Maristas llegaron a este rincón del sureste para fundar el colegio que hoy lleva el nombre de la Sagrada Familia. Desde entonces, han pasado 127 años de compromiso ininterrumpido con la educación y el crecimiento de generaciones de cartageneros.
A lo largo de este tiempo, el colegio ha ido evolucionando junto con la ciudad, ampliando sus instalaciones y adaptándose a los nuevos tiempos, sin perder nunca la esencia del carisma marista. Hoy, alrededor de 1680 alumnos y alumnas son acompañados en su formación integral por un apasionado grupo de Maristas de Champagnat —hermanos y laicos— que siguen haciendo realidad el sueño de San Marcelino: educar con cercanía, sencillez y espíritu de familia.
La labor educativa se desarrolla en entornos seguros que garantizan los derechos y la protección de la infancia, contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa, humana y evangélica. Siempre siguiendo el estilo de Marcelino Champagnat y su convicción de formar “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
Los maristas somos más que colegios. Formamos parte de una gran familia: la Provincia Marista Mediterránea que tiene obras educativas en las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Murcia y Valencia, en España, y otros 6 colegios entre los países de Italia, Líbano y Siria. Además, tiene 20 obras sociales propias repartidas en 4 países y colabora en otras 4.
#SomosMaristas, una gran comunidad de personas, hermanos y laicos, que caminamos juntos como familia global. Pertenecemos a una institución dedicada a la educación, con más de 200 años de historia y experiencia en la enseñanza, que fue fundada por San Marcelino Champagnat. Somos continuadores de su proyecto: ofrecer una auténtica y completa formación humana a través de la educación cristiana; formar a buenos cristianos y honrados ciudadanos.
